PROLOGO REVISTA

PROLOGO DE LA REVISTA 

"EL TIGRE NO ES COMO LO PINTAN"

“El Tigre no es como lo pintan” es una frase del argot popular que generalmente se utiliza para hacer referencia a que las apariencias hacen que juzguemos de una manera errónea a una persona  o lugar basándonos únicamente en un hecho en particular o una primera impresión.

El Tigre, también es el nombre de un pueblo muy pequeño perteneciente al municipio  Valle del Guamuez, en el sur del Departamento del Putumayo, desafortunadamente  triste escenario de hechos violentos a lo largo de la historia violenta de este país,  entre otros,  los acontecidos un 9 de enero de 1999 en los que de acuerdo a cifras oficiales del centro nacional de memoria histórica 28 personas perdieron la vida en una incursión paramilitar.  

En este sentido, una revisión de la literatura respecto a El Tigre referencia únicamente situaciones de violencia o relacionadas con el narcotráfico, no existe  hasta el momento una  publicación escrita que evidencie la inmensa biodiversidad, la riqueza cultural, la oferta ambiental o que hable del trabajo de cientos de personas que construyen país desde su humildad, que han  resistido la violencia, la ausencia y el olvido y que han tenido que vivir con el estigma de ser  habitantes de un pueblo violento y peligroso.  

“El Tigre, no es como lo pintan, Potencial Ecoturistico de una tierra hermosa”, es fruto de un trabajo de investigación realizado por el semillero “Tierra Fértil” en el marco del proyecto “Fortalecimiento de las capacidades y habilidades en CTeI en niños, niñas, jóvenes e investigadores del Putumayo”. Este  grupo de jóvenes y señoritas intentan desde hace 6 años  contribuir a través del arte, la radio y la investigación a desvirtuar el imaginario colectivo respecto a su pueblo del que solo se habla por hechos violentos, hechos que opacan historias heroicas y vuelven invisibles atardeceres de ensueño y paisajes naturales sin igual.

En la inmensa riqueza Colombiana, muy seguramente todos los pueblos del Pais tendrán ríos que mostrar, paisajes, flora, fauna e historias de valentía de las cuales sentirse orgullosos, pero si eso no se da a conocer, pueblos enteros seguirán cargando con el estigma de violentos y peligrosos, recordados y juzgados por  acontecimientos violentos de los que jamás tuvieron la culpa. 

Así que más allá de visualizar aspectos positivos de nuestro pueblo y demostrar que “El Tigre, (Putumayo) no es como lo pintan” esta publicación también es una invitación para que a través de diferentes medios escritos, virtuales u otros, se den a conocer aquellos hechos buenos de nuestra gente, de nuestros pueblos, es una invitación a no dejar que la violencia los empañe y los opaque.

Que agradable seria conocer otra historia de Bojaya, (Choco), más allá de la que nos muestran los medios de comunicación, que agradable saber que Mapiripan ( Meta) y el Salado ( Bolívar) tienen lugares  hermosos llenos de vida, tienen historias de gente buena  dignas de conocer, que agradable seria  algún día dejar de juzgar por primeras impresiones y permitir que quienes han cargado con el estigma de violentos, siendo solo víctimas de la violencia, la ausencia y el olvido, nos cuenten sus historia.

Esta es la nuestra, la historia positiva de nuestra inspección, la historia ignorada por muchos, olvidada por otros, la historia que queremos contar.

LUIS ANTONIO SANTACRUZ VALLEJO 

Maestro acompañante 

semillero de investigación “Tierra Fértil”